
Valentí Almirall i Llozer (Barcelona, 8 de marzo de 1841, 20 de junio de 1904) fue político, periodista, ensayista y abogado.
De ideología republicana y federal, es considerado uno de los ideólogos del catalanismo político. Su labor pública se movió por el terreno de las ideas con una notable acción de articulismo, con casi ochocientos densos artículos periodísticos.
Así, entre 1868 y 1881 militó en el Partido Republicano Democrático Federal vertebrado alrededor del Club de los Federalistas (1868-1869), del cual fue elegido el primer presidente, a la vez que del diario El Estado Catalán.
SUS FRASES:
En 1879, en el artículo «Los Ministres catalans» publicado en Diari Català, Almirall afirma:
“No solamente la naturaleza, sino hasta la historia nos dice que España está formada por dos grupos completamente distintos. El grupo Central y Mediodía, compuesto de razas imaginativas, aventureras, impresionables y volubles, ha tenido sus días de gloria, como lo tienen todas las razas; pero su gloria ha sido tan efímera, que sólo ha durado lo que dura una excitación nerviosa. El grupo del Norte, en cambio, el grupo que podríamos llamar pirenaico, nunca se distinguió por su imaginación ardiente ni por sus golpes de efecto, pero ha sido siempre más meditativo, más sólido y más trascendental en sus proyectos. […] España se ha ido empequeñeciendo desde que las circunstancias hicieron que la raza menos pensadora y menos ilustrada de la Península fuera la que dominara. […] iremos de mal en peor hasta tanto que por un medio o por otro logremos —los catalanes hablan— que el grupo pirenaico de España, tenga en la cosa pública tanta influencia, por lo menos, como el grupo central o del Mediodía. […] creo firmemente que, el elemento de población que hoy representa Cataluña, es el único que puede cambiar la marcha desastrosa de la política española.”
En 1886 publicó su obra “Lo catalanisme”, en la que manifiesta lo siguiente:
“Las personalidades de las diferentes regiones en que la historia, la geografía y el carácter de los habitantes han dividido la península”.
“El Estado (España) lo integran dos comunidades básicas: la catalana (positivista, analítica, igualitaria y democrática) y la castellana (idealista, abstracta, generalizadora y dominadora)”.
“España no es una nación compuesta por un pueblo uniforme. Más bien es todo lo contrario. Desde los más remotos tiempos de la historia, una gran variedad de razas diferentes echaron raíces en nuestra península, pero sin llegar nunca a fusionarse. En época posterior se constituyeron dos grupos: el castellano y el vasco-aragonés o pirenaico. Ahora bien, el carácter y los rasgos de ambos son diametralmente opuestos.”
“El grupo central-meridional, por la influencia de la sangre semita que se debe a la invasión árabe, se distingue por su espíritu soñador [….]. El grupo pirenaico, procede de razas primitivas, se manifiesta como mucho más positivo. Su ingenio analítico y recio, como su territorio, va directo al fondo de las cosas, sin pararse en las formas.”
“La raza que ha sido y sigue siendo la predominante, la castellana, es impotente para levantar la nación; Los defectos que muestra [la raza catalana] le han sido contagiados; para regenerarse ha de deshacerse de todo lo postizo que le ha sido impuesto”.
“Dos pueblos de condiciones y carácter tan distintos, e incluso opuestos, como el castellano y el catalán, por más que se quiera, no podrán nunca llegar a fundirse o unificarse”.
“En España las razas diversas que la poblaron todavía no se han fundido, al contrario, el desarrollo histórico las ha llevado a aumentar sus diferencias.”
En su libro “L’Espagne telle qu’elle est” (España tal como es) (1886), Almirall consideraba que la Historia de España estaba marcada por el enfrentamiento de dos etnias diametralmente opuestas:
«…El grupo centro-meridional por la influencia de la sangre semita que debe a la invasión árabe, soñadora, generalizadora, aficionada al lujo, ampulosa, autoritaria, centralizadora, absorbente, y el grupo pirenaico, procedente de razas primitivas, positivista, analítica y recia, nada formalista, basada en la libertad y en la confederación”.
ASÍ ENSALZAN SUS PALABRAS Y SUS ACTOS LOS PODERES PÚBLICOS:
Plaza Valentí Almirall, Barcelona
Calle de Valentí Almirall, Sabadell (Barcelona)
Calle Valenti Almirall, Manresa (Barcelona)
Calle Valenti Almirall, Lleida
Calle Valenti Almirall, El Catllar (Tarragona)
Calle Valenti Almirall Llozer (Girona).
Calle Valenti Almirall, Das (Girona).
Calle Valenti Almirall, Esponellá (Girona)
