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Aiguader i Cortès

Jaume-Anton Aiguader i Cortès (Barcelona 1914, Méjico 1972). Fue un médico y escritor (hijo del Alcalde de Barcelona Jaume Aiguader i Miró).

SUS FRASES:

“Sobre els errors delracisme i de l’antiracisme”, Quaderns de l’exili. Enero 1945:

“Raza y Nación son dos conceptos inseparables: el primer nombre significa un complejo de características fisicopsíquicas parecidas que presenta un grupo de hombres; el segundo nombre significa la unidad de este grupo de hombres. …

Podrían surgir dudas entre los biólogos sobre la pureza de una raza nacida del mestizaje de dos razas en principio diferentes, y ciertamente los racistas alemanes niegan que una raza así pueda ser pura. Los filólogos, en cambio, más comprensivos para con estos fenómenos (al menos en lo que se refiera a la materia de su ramo), nos hablan de la pureza de una lengua (la catalana, por ejemplo), a pesar de que saben que es hija del cruce de lenguas diversas. Las objeciones que los racistas alemanes oponen a este concepto de pureza podrían ser válidas si las complicaciones y mezclas de genotipos no fueran tan intensas que, después de un tiempo de convivencia entre razas diferentes, hacen del todo imposible distinguir ninguna de las razas originarias. Después de siglos de dominio de nuestros actuales Países de Lengua Catalana por los romanos, cuando llega la invasión de los bárbaros sólo encuentran una raza: la ibero-románica, que ya balbucea una lengua que, después, será el catalán.

En los Países de Lengua Catalana la tierra es abrupta, inhóspita para la agricultura: sus habitantes, con su trabajo de siglos, puede que de milenios, han cambiado el aspecto original, con los márgenes y terraplenes que escalonan las montañas, porque han adaptado la tierra a su psicología de pueblo activo y enérgico. Idénticamente, los suizos  han creado prados artificiales para su ganadería, los holandeses han hecho retroceder el mar. Las razas indolentes no dejan sobre la naturaleza una huella tan marcada.…

La Nación representa un deseo de poder: la Raza, un deseo de reproducción y de expansión. Hay un sentimiento que las une, pues: el sentimiento del imperium. La Nación puede admitir alianzas ofensivo-defensivas con otras naciones. La Raza procura que estas uniones no vayan demasiado lejos…son dos sistemas útiles e inseparables.

Las razas, en cambio, no pueden nunca desaparecer del todo: pueden estar como en letargo durante siglos, pueden perder la consciencia de ellas mismas, pero en cuanto se dan unas circunstancias favorables, rebrotan con nuevas energías. Es la misma raza, no la misma nación: tiene otro espíritu, otra fuerza, incluso, a veces, otra lengua; las nuevas familias dirigentes ocupan el lugar de la antigua clase patricia degradada: nuevas tradiciones han aparecido. El individuo y la raza son eternos a través del soma, que pasa de padres a hijos y no muere: el uno y la otra perduran mientras evolucionan indefinidamente. Esta eternidad del individuo y de la raza tan sólo puede ser frustrada por un cataclismo.”

“Per la salut de nostre poble”, Quaderns de l’exili. III/15, Septiembre-Octubre 1945. páginas 8-9:

“En Cataluña, en estos últimos años, se había observado una mejora racial, expresada por el aumento del promedio de estatura, no tan brillante como el observado en Estados Unidos, pero si digno de ser tenido en consideración. Los pobladores de los países de lengua catalana ya formaban, desde siempre, un grupo destacado dentro de la península hispánica, al lado de los vascos, a causa de su estatura superior, como demuestra el mapa que publicamos…

Una fisiología perfecta, una perfección de líneas acompañada de una altura proporcionada a los diversos diámetros del cuerpo y un perfecto desarrollo intelectual, significan un goce para la vida y dan al hombre una confianza en sí mismo y una capacidad combativa que es la mejor defensa contra la destrucción de la nación. El desfigurado, el enclenque, el enfermizo, pueden ser hombres de talento, hombres de genio, y entonces el respeto que inspiran es más grande todavía, porque nos hace ver como el espíritu puede superar las miserias del cuerpo…Desde tiempos inmemoriales, los deseos de los jóvenes consisten en encontrar, para la unión matrimonial, la perfección en la belleza física y moral. Lo que buscan en realidad es la armonía en la fisiología de los individuos del sexo opuesto, a la vez que una pureza étnica dentro del pueblo al que pertenecen (los exotismos son siempre mal vistos, por razones que no han de explicarse en este artículo).”

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